¿Salvará Honduras su democracia?
Ser parte de la solución, no del problema.
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Ser parte de la solución, no del problema.
En las elecciones de ayer, Honduras se la está jugando. E indirectamente nosotros. Nadie espera un cambio radical, ni que los resultados procesen tanto conflicto acumulado, ni disolver la ponzoñosa polarización política e ideológica (la violencia política cobró la vida de 23 candidatos). Pero son una oportunidad para desacelerar su propia ruta al Estado fallido, y mostrarse como parte de la solución, no del problema en Centroamérica. Eso va a depender en estos días de las formas. Que la jornada esté concurrida y los incidentes sean pocos y no graves. Y, sobre todo, que el escrutinio sea creíble para las…
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