Literatura

Morales Santos Editor revela sus nuevos proyectos literarios

A poco más de un año de haber iniciado su actividad, la nueva casa editora del ganador del Premio Nacional de Literatura 1998 anuncia sus próximos títulos.

Fue en los últimos meses de 2021 cuando Francisco Morales Santos anunció la creación de su propia casa editora. El ganador del Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 1998 emprendió esta aventura con conocimiento de causa. A partir de enero 2022 comenzó la producción de las primeras obras literarias de la nueva editorial. 

El año pasado publicó Pensateatro, que son reflexiones acerca del quehacer teatral, de Luiz Tuchán; Voz y voto del geranio, de Otto Raúl González; Caldo de dinosaurio, la primera novela de Paolo Guinea; y Más allá del delirio, una colección de poemas del autor chiapaneco Óscar Oliva. Estos libros se publicaron con el apoyo de Adesca. 

Solo con el sello Morales Santos Editor se publicaron Mester de sonetería y Epigramas de Valeria y Atonión, del escritor salvadoreño Rafael Mendoza; Pájaros ciegos, de Claudia Chinchilla Vettorazi, y Cálices y rituales, de Carmen Matute. 

También se dio a conocer, Biografía de la imaginación, de Javier Payeras y a punto de terminar el año presentó dos títulos de Max Araujo, Memorias y anécdotas afables y Cultura motor de desarrollo integral.

Los títulos que vienen en camino

Los primeros proyectos que se tienen para este 2023 incluyen tres títulos de los que a continuación se pueden leer pequeñas reseñas. Según el editor, se espera publicar estos libros en el transcurso del primer semestre del año. 

“Rafael Landívar, evocación profunda”. Autor: Francisco Morales Santos

En la presentación de este libro, el también escritor Javier Payeras anota: “En ‘Rafael Landívar, evocación profunda’, Morales Santos nos acerca a las raíces mismas de la poesía centroamericana,  la obra  de Rafael Landívar (Antigua Guatemala 1731- Bolonia, Italia 1793), poeta-teólogo jesuita, que a lo largo de su vida trabajó una obra que rebasa a cualquier otra escrita en la región, ‘Rusticatio Mexicana’, es el minucioso inventario hilado por la memoria de su propio asombro ante un paisaje nuevo a los ojos occidentales. El signo de Landívar fue no solo su  destino, también fue el de muchos grandes poetas nacidos en esta región: la obra extensa e incomprendida, el solitario ejercicio de la autoría, el exilio, el olvido y el retorno…”.

Ilustración de portada del libro “Rafael Landivar, evocación profunda”, de Francisco Morales Santos.

“Diccionario de escritores guatemaltecos”. Autor: Carlos López

La nota de presentación de la obra señala que el autor ha utilizado como método de trabajo la consignación del corpus publicado en una sucesión cronológica, considerando escritores guatemaltecos aun a los nacionalizados, sin importar la cantidad de años de residencia en el país. 

El criterio que prevaleció, en este caso, fue la producción literaria, sin importar si esta se hizo en Guatemala o el autor se asume en dicho contexto, pues, por las peculiaridades extraliterarias anotadas, muchos escritores no pudieron ejercer su actividad creativa dentro del país. Un ejemplo de lo anterior es Augusto Monterroso, quien nació en Honduras, vivió en Guatemala y se exilió en México, pero él siempre se reconoció guatemalteco y murió con la nacionalidad que adoptó hasta sus últimas consecuencias.

“Digo presente”. Autor: Alfonso Chase (Costarricense)

Francisco Morales Santos asegura: “Cada vez que leo los poemas de Alfonso Chase, confirmo que sus palabras dejaron de ser de él desde el momento en que estaba amasando versos, porque sus sentimientos responden al sentir colectivo de su tiempo, son versión consciente y sin ambigüedades de un presente que toda historia oficial pinta de colores festivos para viandantes ajenos a lo que ocurre. Vuelvo al sentir colectivo en el que caben la pasión, el anhelo, el recuerdo, también la ira, y que son registrados por su poesía, aun cuando Alfonso Chase dice: ‘Amigo de los animales fui. / de los humanos apenas un respingo’, pues pronto vemos que, en contraposición a esto, en el poema ‘Profeta entre los suyos’ afirma: ‘Yo siempre vivo / entre lo mío. Lo que escogí lo quiero / por propia decisión. Lo amo porque conozco / la exacta medida de su gloria y de su oprobio.’” Es evidente que pensamiento y palabra corren de la mano”.

“De sus reflexiones sobre la existencia, de mirar hacia el pasado, nace el poema Autocrítica, incitación a este ejercicio necesario que, por lo común, se obvia. En este caso, habla de los ‘falsos intelectuales de izquierda’ —como Otto René Castillo habla de los ‘Intelectuales apolíticos’—, los que en cierto momento resultan tan preocupados como los de la derecha en el encumbramiento del yo”, añade el editor acerca de este texto.

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