En un mercado donde la cerveza y el ron son las bebidas alcohólicas de preferencia por el consumidor guatemalteco, el vino de mesa y el de cocina han conquistado paladares, que durante la pandemia y dos años después continúan en crecimiento.
En 2019, la Oficina Eco-
nómica y Comercial de España en Guatemala y la entidad España Exportación e Inversiones (ICEX) realizó un estudio sobre el mercado del vino en Guatemala en donde se expone que la demanda creciente, en ese momento, se encontraba incentivada por el aumento de la capacidad adquisitiva del guatemalteco de clase media / alta, el desarrollo de una cultura de vinos y la calidad percibida del producto en el consumidor.
No obstante, Guatemala es un mercado de precios por lo que vinos europeos frente a importados de países como Chile y Argentina perciben una desventaja. Se estima que una botella de vino premium puede tener un costo entre Q300 a Q2 mil 500 y entre la gama de vinos que se ofertan, los tintos representan el 75 por ciento del consumo, seguido del blanco con una cuota de 23 por ciento y el resto entre los espumosos.
“La pandemia fue un parteaguas en el consumo de vino en Guatemala. Antes crecía alrededor de un ocho y 10 por ciento de manera anual. Pero después de la pandemia el hábito de consumo cambió”, afirmó Ernesto Izquierdo, gerente general de Vinícola Centroamericana S. A. (Vicasa).
Industria local
La uva para vinificar se cultiva principalmente en la Península Ibérica, algunas áreas de Alemania, Sudáfrica, Australia, y en América se da en California, ciertas áreas de México, Chile y Argentina. Estos países son mercados primarios de productores de vino. En Guatemala, debido a las condiciones climáticas, las cepas de esta uva podrían darse en algunas áreas como en las faldas del Volcán de Agua, pero no alcanzan para una producción a nivel industrial.
Vicasa es una de las compañías que participa en el mercado secundario y se posiciona como líder en el vino de cocina, que durante las cuarentenas vio impulsado su crecimiento.
Sin embargo, su portafolio ofrece 35 productos de los cuales cuatro son importados y 31 se producen y distribuyen en Guatemala y Centroamérica.
Según explicó Izquierdo, sus marcas emblemáticas como Presidente, La Madrileña, Los Reyes, Castellana, Gran Ninot, Vivaldi y Wells han ganado terreno debido a sus notas dulces. Esto se debe a que el mercado centroamericano es productor de caña de azúcar y se ha familiarizado con estas notas en los aguardientes y rones.
Además, la producción de Vicasa tiene escuela italiana ya que en algún momento hizo maquila de vinos italianos que se caracterizan por sus notas dulces. Actualmente, importan mostos de uva y de manzana para iniciar su proceso de fermentación que lleva entre cuatro a seis meses, para luego iniciar la producción de sus diferentes variedades de vino: de cocina, aperitivos y espumantes.
Vinos espumantes
¿Quién no ha iniciado la fiesta sin un brindis con Wells o la Madrileña? cuestiona Izquierdo, al recordar que este segmento de su portafolio empieza entre los meses de septiembre a diciembre su temporada alta debido al aumento de los eventos sociales.
Un mercado que les llevó año y medio para lograr recuperar las cifras de 2019 a medida que se levantaron las restricciones debido al COVID-19. “Lo que nos ha hecho liderar en los mercados centroamericanos es que a pesar de que participamos en un mercado con segmento popular, con precios accesibles, nuestras materias primas son importadas de Europa, en su gran mayoría.
Aunque estemos en un mercado popular es un producto premium”, agregó el gerente general de Vicasa.
En más de 60 años de trayectoria, la compañía ha innovado en productos como sidras sin alcohol y apostaron por envases transparentes con los colores frutales del producto. En los últimos dos años sus importaciones han sufrido impactos debido a la crisis de los contenedores y la guerra entre Ucrania y Rusia que han llevado al aumento de los precios o escasez de materias primas como el vidrio. Este año apuestan llegar a números de ventas similares al 2019 de cara a estos desafíos para dar cobertura a la demanda de fin de año.